Posiblemente por este hecho, poco después recibió el nombre de "Apophis", nombre griego del antiguo dios egipcio Apep, "el destructor", que habita en la oscuridad eterna del Duat (inframundo) y cada noche intenta destruir el Sol (el dios Ra).
Poco después de su descubrimiento, diversos sistemas de cálculo de trayectorias de todo el mundo calcularon la próxima fecha de máxima aproximación, coincidiendo todos ellos en el 13 de abril de 2029.
Seguidamente se calculó también la probabilidad de impacto, llegando inicialmente hasta un 2,7% (1 entre 37). Esta relativamente alta probabilidad, combinada con la medida del asteroide, que tiene un diámetro aproximado entre 250 y 320 metros, hizo que Apophis recibiese el nivel 4 en la escala de Turín y 1,10 en la escala de Palermo. Estos valores son los más altos que ningún asteroide haya alcanzado jamás.
Posteriores estudios realizados en 2006 mostraron una leve diferencia de unos 6 milímetros por segundo respecto en la velocidad esperada, corrección que aunque parezca diminuta, con el tiempo será lo bastante grande como para que la trayectoria del asteroide sea diferente a la calculada inicialmente, reduciendo el peligro de impacto con la Tierra.
Una vez que el cálculo de su órbita pudo ser afinado, se eliminó cualquier posibilidad de colisión para 2029, pero manteniendo un cierto riesgo para 2036.
Lo que es seguro es que en el año 2029, Apophis tendrá una de las mayores aproximaciones jamás vistas. Los cálculos, basados en un seguimiento intensivo de la orbita a lo largo de 885 días desde su primera observación, sugieren que su mínima distancia desde la Tierra será de 34680 km, por debajo incluso del nivel de una orbita geoestacionaria.
Este será el primer gran asteroide que los humanos avistemos a ojo desnudo cuando, en la noche del 13 de abril de 2029, Apophis cruce el cielo lentamente de sureste a noroeste, con una máxima velocidad angular de 42º por hora y con un débil brillo de magnitud 3,3. En Europa, Asia y África el fenómeno podrá ser visto a simple vista, lo que hace imaginar la proximidad del objeto a su paso.
Visto desde Madrid la máxima aproximación se producirá a las 21:38TU, con el asteroide en la constelación de Cáncer y a media altura sobre el horizonte en el oeste.
El problema a tener en cuenta es, si en este primer paso, la fuerza de gravedad de la Tierra modificará la órbita del asteroide lo suficiente para que pudiera impactarnos en el siguiente paso, en 2036. Por tanto, este acercamiento del 13 de abril de 2029 sentenciará si Apophis adquirirá trayectoria de colisión en su siguiente encuentro del 2036 con nuestro planeta, donde produciría un efecto superior al de 40000 bombas atómicas.
La probabilidad de impacto que se calcula para esta fecha es de 1 entre 45000. Como punto de comparación, esa probabilidad es comparable con la de tener el numero ganador de la Lotería de Navidad. Después, hay una probabilidad de 1 entre 12 millones de que la aproximación a la Tierra de 2036 podría desviar el asteroide hacia un impacto el 13 de abril de 2037.
Entrando en la Web del Near Earth Object Program podemos encontrar la tabla Earth Impact Risk Summary correspondiente a 99942 Apophis (2004 MN4), y en ella podemos observar que este asteroide tiene pronosticados dos impactos virtuales contra la Tierra para las efemérides del 13 de abril de 2036 y del 13 de abril de 2037 y con una velocidad de entrada en la atmósfera de 12,59 km/seg.
Para dichas fechas, en sus respectivas casillas de Distance rEarth, arroja valores de 0,53 y 0,63. Este valor expresa la distancia de proximidad, en radios terrestres, al paso cercano del asteroide, siendo ambos valores siempre inferiores a la unidad (el valor 1 es la equivalencia de un radio terrestre, 6420 km). De la misma tabla, confeccionada el 19 de octubre de 2006, se extraen las siguientes probabilidades de impacto (Pi).
Para el 13 de abril de 2036 el Pi es de 1 entre 45000, mientras que para su siguiente paso del 13 de abril de 2037 la probabilidad ya cae a 1 entre 12,3 millones. Aunque lo que aquí no se nos dice es: ¿cuál es el margen de error sobre el que se asientan estos cálculos?
Los expertos esperan a poder obtener más datos para sus análisis en 2013, año en el que se el asteroide dispondrá una buena situación para ello. En cualquier caso, su aproximación a la Tierra en 2029 debería ser aprovechada para ensayar las tecnologías de prevención de colisiones con cuerpos celestes.
La Fundación B612 ha efectuado estimaciones de la ruta que seguiría Apophis si el impacto de 2036 fuese a ocurrir, como parte de una iniciativa que está realizando para desarrollar una estrategia viable para desviar el asteroide con suficiente anticipación.
El resultado es un corredor angosto de unos pocos kilómetros de ancho, denominado la trayectoria de riesgo, la cual se ubica en la parte sur de Rusia, cruzaría el Pacífico, pasando a cientos de kilómetros de las costas de California y México, y luego proseguiría entre Nicaragua y Costa Rica, continuando por el Mar Caribe hasta cruzar por las regiones norteñas de Colombia y Venezuela, finalizando su recorrido en el Atlántico, poco antes de llegar a África.
En cualquier caso, y llegado el momento, Apophis se acercará a la Tierra desde atrás. Un impacto desde atrás siempre tiene menores consecuencias que un choque frontal porque la velocidad de impacto es menor. En el caso de Apophis, incluso teniendo en cuenta la aceleración a causa de la fuerza de gravedad de la Tierra, la velocidad del impacto seria de solo 12,6 km/s y la fuerza del impacto equivalente a 402 Megatoneladas: muy destructivo localmente, pero de consecuencias menores a una escala continental y sin consecuencias generales absolutas para el planeta Tierra.