02 octubre 2007

El Horizonte de Jufu, ¿una obra de ingeniería imposible?

El hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las pirámides

El Horizonte de Jufu, así se conocía en el Antiguo Egipto a unas de las construcciones más fascinantes y misteriosas de todos los tiempos: La Gran Pirámide de Gizeh.

Sobre la Gran Pirámide de la meseta de Gizeh se ha hablado mucho, pero nunca se ha dado una respuesta satisfactoria a este enigma: ¿quiénes la construyeron? ¿por orden de quién? ¿cómo y cuándo fue erigida? El problema de la edificación de la Gran Pirámide se maneja en una atmósfera de incertidumbre y oscuridad, y hablar de ella es, sin duda, hablar de misterio histórico.

La fecha estimada de terminación de la Gran Pirámide se sitúa en torno al 2570 adC, durante el reinado del faraón Jufu (también conocido por su nombre griego Keops), perteneciente a la IV Dinastía.

Según algunos investigadores las pruebas dadas para asociar la Gran Pirámide al faraón Keops no son suficientemente concluyentes, ya que se reducen fundamentalmente a los testimonios de Heródoto y a algunas evidencias epigráficas, no universalmente aceptadas, encontradas en el interior de la pirámide.

Por otro lado, el único documento histórico que atribuye la construcción de la Gran Pirámide a Keops es el "Euterpe" de Heródoto, quien según muchos expertos era incapaz de distinguir entre historia y mitología. Según estos investigadores, algunas de sus afirmaciones no resultan especialmente fiables, ya que según las mismas, "vio en su viaje a Egipto tantas cosas que no existían, que le impidieron ver cosas allí existentes" (no menciona por ejemplo la presencia de la Esfinge ni de otros monumentos imposibles de camuflar).

En contra de la autoría de Keops, otros investigadores presentan como prueba la “Estela del Inventario”, descubierta por el francés Auguste Mariette, y en la que afirman existen pruebas de que la pirámide ya existía a comienzos del reinado del faraón; sin embargo, esta evidencia es muy tardía, bastante posterior a los tiempos de Jufu.

Con independencia de la identidad del instigador de su construcción, cabe plantearse si en esa época, sin evidencias de la existencia de grúas o máquinas de ninguna clase, un grupo indeterminado de obreros movió dos millones y medio de bloques de entre 2 y 80 toneladas, tallados con precisión óptica, a un ritmo estimado de 1 bloque cada 3 minutos.

Aceptando las teorías de muchos arqueólogos, en la construcción de la Gran Pirámide se tardaron unos 20 años, con más de cien mil hombres trabajando en ella. La aparición de ciertas cuestiones al respecto parece obvia: ¿cómo harían más de cien mil hombres para trabajar en un mismo lugar, sin molestarse unos a otros?, ¿se podía mantener esta multitud?, ¿cómo transportaban esos inmensos bloques de piedra desde las canteras de Aswan?, ¿cómo cortaban los bloques de granito con tal precisión, ya que no se han encontrado vestigios de que dispusieran de herramientas y equipos para ello? ¿cómo subían a la cima de la pirámide estos bloques de 80 toneladas?

Considerando además que la economía no era especialmente floreciente, ¿podían permitirse esta dedicación tanto en mano de obra como en atención a la misma?

Dejando a un lado el aspecto puramente logístico, todos los detalles de su estructura y morfología evidencian que los constructores de la Gran Pirámide poseían unos conocimientos científicos que muchos expertos dudan en conceder a los primeros egipcios.

Por ejemplo, y más allá de la magnitud de sus dimensiones, sus constructores orientaron sus cuatro paredes a los cuatro puntos cardinales con una precisión pasmosa y sin instrumentos ópticos orientaron algunos canales internos hacia la posición que ocupaban estrellas como Sirio, Zeta Orión o Alfa del Dragón.

Como vemos, la pirámide de Jufu es tan perfecta desde múltiples puntos de vista, y construida con una precisión tan admirable y profundamente anacrónica que cuesta atribuírsela a los egipcios de la IV Dinastía. Además, si los egipcios de IV Dinastía fueron capaces de crear semejantes prodigios arquitectónicos, ¿porque los de la V Dinastía únicamente fueron capaces de crear burdas imitaciones? ¿se olvidaron de construir pirámides?

La falta de pruebas concretas sobre la autoría de este monumento, así como el gran número de interrogantes y problemas tecnológicos planteados sobre su construcción (soluciones tecnológicas para erigirla, orientación geográfica y astronómica, vinculación con la constelación de Orión,...) han dejado el terreno abierto a la especulación: ¿quién construyó la Gran Pirámide?, ¿cuál era su finalidad?, ¿de dónde obtuvieron los egipcios de la IV Dinastía los conocimientos para su construcción?,...










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